Hay cosas en esta vida, que el destino esta deseoso de que pasen. Pero el destino no se presenta en tu casa diciendo "Tienes que hacer esto..." NO. El destino esta escrito, tú no puedes cambiarlo, por suerte o por desgracia.
Hay personas que siguen los pasos de su destino, pero que por culpa del miedo no son capaces de disfrutarlo al máximo.
Por miedo, esa es la razón. Puede que por esa razón tardes demasiado en hacer algo, que tenias que haber hecho hace tiempo.
En mi caso, he tardado en decírselo, pero me fije en él, el primer año que lo vi. Sí, puede que sea una tontería, pero de eso ya han pasado 2 años, y no dije nada hasta finales de este verano. Todo ¿porque? Por miedo. Miedo a que todo lo poco que teníamos se acabara, miedo a que me dejara de hablar, que no quisiera ni dirigirme un simple saludo... miedo a perderle. Pero como he dicho antes, a finales de este verano pensé "Tengo que actuar..." y actué.
Eso fue a finales de verano, pues aquí estoy en pleno diciembre. ¿Y sabéis que ha pasado por arriesgar y darle una patada al miedo? NADA. ABSOLUTAMENTE NADA. Puedo decir que todo sigue igual o mejor que las veces anteriores, que ahora le quiero cada segundo de mi vida un poquito más, y que sigue siendo igual o más tonto que de costumbre.
En definitiva, por arriesgar no pierdes nada, sí, todos sabemos que se puede ganar y se puede perder... pero también puede ser un empate.
Que el miedo no ponga limites a tu vida, no tiene ese derecho.
PD: Te quiero.
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