Son tantos dolores los que sufrimos desde niños que hay que aprender a padecerlos. ¿Qué más da recibir más cosas malas de alguien que desde el momento uno lo ha hecho y se lo he consentido? Ya no duele, ya no duele tu actitud. Es triste decir que hoy me he acostumbrado a todo lo que ayer me molestaba. Ya me da igual todo. Me das igual tú, tus películas mentales, tus intentos de quedar siempre por encima, tú vida, todo... Aún recuerdo lo mucho que me molestaba cada vez que me contabas tus planes y yo no estaba, o cuando me nombrabas a otras personas sólo para ver si saltaba, aún recuerdo cómo aguantaba mi rabia al ver que mil veces sabías cómo vivir sin mi.
¿Cuántas veces me dijeron "aléjate"? ¿y cuántas más me dijeron "no mereces esto"? Qué fuerte fui al soportar dolor 24 horas al día, 7 días a la semana. Pero más fuerte fui cuando intentaba hacer como si me diese igual, todo por no discutir y recibir otra tanda de mierda de tu boca. Después, intentaba pensar por qué volvíamos el uno al otro, sabiendo que éramos veneno tóxico el uno para el otro, por qué todo tan bipolar, y por qué conmigo. Por qué...
Una vez escuche a una mujer decir "cómo te vas a querer a ti misma con alguien a tu lado que no te quiere, y que lo único que hace es recordarte todo lo malo que has hecho", esa mujer me hizo pensar, y llorar, llorar mucho. Alguien que sólo piensa en él y sus intereses no puede aportarte nada bueno. Seguramente sigas tan sumergido en ti mismo y en tu mundo que ni te habrás dado cuenta ni concienciado de que ahora a la que todo le da igual es a mi.
Lo siento, pero cuando no cuidas lo que tienes, lo pierdes. Tantas veces hemos hablado de esto, de lo mucho que eras consciente y lo mucho que querías cambiarlo. ¿Pero cuándo?
